Actualmente al analizar la enfermería como disciplina existen autores que
establecen una relación indiscutible, fundamentada en la identificación del
metaparadigma enfermero (Kérouac et ál., 1996) como núcleo disciplinar, en la
visión particular de explicar y relacionar los conceptos de cuidado, persona,
salud y entorno. El
pensamiento de Hernandez-Conesa, para esta autora el
modelo teórico de Orem (1993 y 2001) es la única estructura teórica que se
acerca a una teoría del cuidado enfermero con un desarrollo epistemológico
enfermero.
En el análisis de la construcción del pensamiento enfermero hay que mencionar
el trabajo de Medina y Sandín (1993), que lo describe como “en enfermería,
históricamente hablando, han existido: en primer lugar una serie de fenómenos
que adoptaron la forma de ‘actividades orientadas al cuidado de otros’,
procedimientos, métodos más o menos complejos y dependientes del contexto
social, cultural e histórico en el que se inscribían, que trataban de desarrollar la
tendencia instintiva de la especie humana hacia la protección y ayuda entre sus
miembros y que hoy denominamos ‘cuidado’”. Estas prácticas singulares han ido
evolucionando hacia lo que hoy se identifica como cuidados enfermeros y en el
proceso de evolución se han ido dando las explicaciones teóricas a los
fenómenos que intervienen en el proceso del cuidar.
En la actualidad desde la perspectiva epistemológica, los fundamentos de la
enfermería están en los modelos de cuidados, como construcciones teóricas que
guían el pensamiento enfermero, y el proceso de atención de enfermería, como el
método de aplicación de los cuidados. Sin embargo,
como afirman Martínez, Cabrero, y Vizcaya el uso de los modelos es
poco utilizado para fundamentar las investigaciones.
El desarrollo de la teoría y el método ha discurrido de manera independiente y
desigual en la disciplina enfermera y más todavía en su aplicación en la práctica.
Han llegado a contar con mayor aceptación, entre las enfermeras clínicas, el
método que la teoría (Vázquez et ál., 1998), ya que éste viene adoptándose y aplicándose en la práctica sin un modelo teórico de referencia, lo que representa
una clara insuficiencia como ponen de manifiesto Morilla et ál. (2005-06) al
considerar necesario para la práctica un modelo como referente conceptual para
sistematizar la acción. Zaragoza (1999) concluye, como resultado de un estudio,
que el profesorado opina, en su mayoría, que existe una relación entre los
modelos y el proceso.
En síntesis, podemos decir que al analizar la enfermería como disciplina
encontramos que está bien determinado, desde una perspectiva teórica, el ámbito
disciplinar, entendido como la forma particular de describir y relacionar el
cuidado, la persona, la salud y el entorno. Aunque también hay que resaltar,
como se ha apuntado anteriormente, que es necesario que la enfermería se
consolide como disciplina. En este avance van a ser fundamentales los cambios
que se van a experimentar en la formación y la fundamentación de su práctica.
En cuanto a los cuerpos doctrinales y metodológicos de la enfermería, que según
Esteban (1992) determinan a una disciplina, la enfermería cuenta con diversos
modelos de cuidados como estructuras conceptuales y con el proceso de atención
de enfermería como estructura metodológica.
TESIS: http://dspace.uah.es/dspace/bitstream/handle/10017/2700/Tesis_De%20la%20pr%C3%A1ctica%20a%20la%20teor%C3%ADa.pdf?sequence=1
TESIS: http://dspace.uah.es/dspace/bitstream/handle/10017/2700/Tesis_De%20la%20pr%C3%A1ctica%20a%20la%20teor%C3%ADa.pdf?sequence=1
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